martes, 18 de mayo de 2010

Elevación, elegancia y entusiasmo


Esto fue lo que entre otras cosas me transmitió la película Two lovers. Qué peliculón señores. Cosa incomprensible es lo de su distribución en cines españoles dos años después de su estreno en Cannes. Tema aparte. Two lovers es un filme de altos vuelos que desinfecta buena parte del cine actual. Brillante, cautivadora, fascinante, hermosa, honesta, adulta, emotiva, intrigante… se merece todos los elogios habidos y por haber. Frente a la ñoñería, vacuidad, previsibilidad e irritante falsedad que solemos encontrar en las comedias románticas de hoy en día, se alza majestuosa y poderosa Two Lovers. Con un reparto fantástico, Joaquin Phoenix en su mejor y ¿ultima? actuación, es algo sobrecogedor, en serio, más que a la altura del mejor Marlon Brando. Un personaje sacado de alguna novela de Dostoievski, sensible, repleto de cuitas, un inadaptado a la vida moderna. Y Gwyneth Paltrow, actriz desaprovechada en mi opinión, invierte aquí en su personaje la dosis de vulnerabilidad y vampirismo emocional que la convierten en un agujero negro para románticos empedernidos. El tema podría resumirse en un triangulo amoroso. Pero sería simplificarlo demasiado, puedes ver mil detalles íntimos y secretos, mil instantáneas que un espectador atento, inteligente y soñador (sobre todo soñador) puede encontrar en el curso de esta intensa experiencia de 150 min. El guión es un prodigio en cuanto a conversaciones trascendentales y sinceras, y la banda sonora sublime,impecable. Todo lo que pueda decir de Two Lovers es poco; el film rezumba belleza y realismo en todos y cada uno de sus fotogramas. Es hermosa y muy dura –por lo honesta que es-. Y en serio, haceros un favor, no le deis más vueltas y animaros a verla. Tanto entusiasmo, elegancia y elevación lo merece.



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