Todo esto tiene una respuesta evidente: tengo que leer On the road para saberlo. El problema no está ahí, no está en los 50. Esa cosa que nadie sabe decir qué es, la posmodernidad, tiene una de sus patas apoyada en el juego de referencias. Todo está inventado y ahora sólo podemos rehacerlo y mezclarlo. En el cine eso es Tarantino. En las demás cosas, no sé. Igual en la música y en la literatura no ha pasado lo mismo y el cine es lo único que se ha agotado tan rápido. El caso es que si el cine de ahora se alimenta del cine de hace unos años ya no hay respuesta evidente. Si dentro de 50 años alguien quiere saber de qué iba el fin de milenio, ¿qué va a ver? ¿Películas hechas a base de recuerdos e interpretaciones de películas de los 70? ¿Qué va a leer? ¿La sombra del viento?
No sé qué cosas nos identifican ahora mismo. Tampoco sé si es malo que no haya nada, porque normalmente lo que se etiqueta como "voz de una generación", no suele serlo. En el caso más famoso, renegó de serlo. Aunque si no hay referentes culturales y todo esto (-logs) resulta ser lo que nos va a definir, casi prefiero que aparezca otro judío. Y que todo sea un teatrillo. Pero creo que no, que ya no hace falta. En el 2050 no habrá un señor con barba y parches en los codos de la chaqueta que elija algo y diga "esto fue el 2010". ¿Para qué, si en el 2050 lostzilla.net seguirá ahí?
Quizás no haya nada en esta generación que nos caracterice, un sello que brille a lo largo de los años por su cultura, música o audacia. Pero no todo tiene por qué ser malo, podemos picotear de aquí y de allá sin mucho esfuerzo, navegar por los delirios del woodstock,la primera era moderna... En nuestras manos está revestir el futuro. Quizás todo esté inventado, pera también es curioso reinventar y reciclar.
ResponderEliminarEn eso consiste muchas veces la creatividad publicitaria de hoy en día, en reinventar con ingenio.
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